José Martín Ávila , apodado "Madriles", es mentridano desde el 11 de abril de 1948 ; y , por derecho propio, forma parte de la selecta galería de buenos aficionados taurinos locales, que algún día probaron suerte en el mundo de los toros. La afición la heredó de su padre, quien desde bien niño le llevó a Las Ventas, donde pudo admirar la torería de sus dos grandes ídolos: Santiago Martín "El Víti" y Paco Camino.
 Con una muleta que le trajo del Rastro el célebre Jesús "El Churrero", se enfrentó con valentía a un enrabietado manso que corrió el encierro del año 1964: fue la primera vez que se puso cara a cara frente a un astado , que por cierto tenía muy malas pulgas. Luego vinieron las capeas en Colmenar del Arroyo, El Escorial y Casarrubios del Monte, a las que, a lomos de su bicicleta, acudía junto con sus buenos amigos Mariano "Juaquinita", conocido como "El Cordobés", y Julián. "El Colorao".
En la Feria de 1965 fue contratado por Barroso para lidiar ante sus paisanos un bravo novillo. al que cortó
las dos orejas y el rabo: no desaprovechó la ocasión y cuajó una faena que encandiló a los tendidos y le supuso un puesto en los carteles para la Feria del año siguiente.
Alquiló su primer traje de luces en la famosa Casa de los Toreros,de la madrileña calle de Tirso de Molina. para actuar como sobresaliente en una novillada en Esquivias, en agosto de 1966, en la cuadrilla de Pascual Benegas. Unas semanas después hizo el paseíllo en Méntrida, alternando con el mostoleño Pablo Baena; no tuvo mucha suerte con el novillo que le tocó lidiar, un morlaco duro de roer que le propinó una buena tanda de revolcones.
  A pesar del traspiés, no cejó en su empeño. Continuó cultivando su afición con el apoyo del añorado Félix Arranz, con quien frecuentó tentaderos y capeas dando muestras de su valentía y pundonor, actividad que compaginó con interminables sesiones de entrenamiento en la Alameda, en el Huerto Escolar, o en el corral de los Landi, junto con sus inseparables Luis Pascual y Víctor Maganto. Unas sesiones de entrenamiento en las que ensayaban pases y estocadas con un carretón que conducía el incansable Jesús "Garrote". Por cierto que el mentado carretón levaba unos cuernos que le trajo expresamente el tío Gildo de Torrijos.
 

 En 1967 logró un puesto en los carteles de los famosos festivales de Vistalegre, en busca de una oportunidad, ocasión en la que puso bien de manifiesto su excelente forma física frente a una vaca con más escuela que un bachiller, Como en tantas otras historias similares. la falta de capital privó a "Madriles" de la posibilidad de seguir pisando los ruedos. Terminada la mili, no tuvo más remedio que subirse al andamio, como peón en la cuadrilla de Filo, aparcando definitivamente sus sueños de triunfo en el difícil planeta de los toros.

 

 

 

 

 

 

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El anterior escrito y las fotografías han sido extraídos del programa taurino del año 2.003, previa concesión de permiso para exponerlo, el cual agradecemos a la Concejalía de fiestas del Ayuntamiento de Méntrida.

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Las siguientes fotografías han sido cedidas por el propio "Madriles" hecho que le agradecemos profundamente ya que son pequeños pedazos de la historia de Méntrida.

 

1.964

 

 

 
 

 

 
 

                              

 

 

                                                                1.965

 

 

                                       

 

 

 

 

 

                                                              

                                                             1.966

 

 

 

Queremos expresar con este espacio nuestro homenaje a "Madriles" y a todos aquellos mentridanos, que son muchos, que por un motivo u otro no pudieron desarrollar plenamente sus aficiones y sueños, demostradas sus aptitudes y cualidades pero teniendo que renunciar a ellas por los imperativos del tiempo y  las circunstancias de su época.

 

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