La experiencia que hemos vivido todos en este año 2.004 difícilmente
será olvidada por ninguno en nuestra vida. Ya desde la primera decisión
de ser sargentos, asi nos gusta llamarnos, experimentamos las primeras
emociones, pero nada comparable a lo que todos hemos vivido en estas
fiestas de San Marcos 2.004.
Para cada uno comenzó de una forma distinta, unos por promesa a Nuestra
Virgen otros por servicio a ella, otros por devoción, cada uno fue teniendo
claro porque quería ser sargento, hace ya unos tres años ,esto se debía
decidir con bastante antelación.
Una vez adquirido este compromiso todos supimos que debíamos intentar
hacerlo lo mejor posible, primero por Ella y después por nosotros mismos,
con la seriedad y devoción que para todos supone nuestra imagen y con
la diversión necesaria cuando así correspondiera el momento.
El punto común y mas sencillo de todos los componentes de esta mayordomía
ha sido quizá nuestro amor por Méntrida y nuestra Virgen, lo que ha
echo todo mucho mas fácil.
Sabíamos también desde el principio que debido a nuestra naturaleza
desenfadada, esto no seria una diversión mas sino un compromiso serio
hacia Nuestra Virgen.
La colaboración de todos ya desde los ensayos, este año empezados
con mas antelación que otros, hacia ver un ambiente perfecto para cumplir
cada uno nuestra función.
Mención especial al maestro Gabino, y su paciente función de enseñanza
día a día, la cual agradecemos todos y cada uno con emoción , esperando
que podamos verle muchos años. Aunque en este se despide de su labor,
ha demostrado una vez mas su tesón y sabiduría para con nosotros, y
Méntrida, debe agradecerle toda su dedicación. Lamentablemente este
año de despedida ha visto su salud comprometida, aunque hizo un esfuerzo
que le agradecemos para estar con nosotros en todo momento. Gracias.
Nuestro bandera Javi ,siempre preocupado de que todo salga bien,
sus hasta cinco bandeos diarios, sus recomendaciones, y nuestro agradecimiento
por elegirnos y enseñarnos lo difícil y sacrificado que es mover
la bandera, hemos estado orgullosos de él.
Nuestros pequeños mochilleres ,Sergio y Alberto, como se han portado,
siempre atentos.
Nuestro capitán Raúl siempre respetuoso y atento a todo lo que necesitasemos,
también como todos en mas de un momento emocionado, ese momento que
ocurre sin saber varias veces en estas nuestras fiestas.
Los tambores de Pedro y Andrés poniendo los pelos de punta con sus
redobles por las calles de Méntrida y marcando nuestros movimientos
a cualquier instante.
Los cornetas Santi y Eduardo, vaya manera de soplar , dos tíos grandes.
Y que decir de los sargentos, de la tropa, todos alegres y decididos
a hacerlo bien, que buenos compañeros han sido, muchos nos hemos conocido
de verdad aquí.
Desde los ensayos con sus momentos difíciles , otros divertidos,
otros sacrificados hasta el día grande de San Marcos, todo es bonito
y sobre todo el vacío que queda cuando ya se acaba todo, parece como
si quisiéramos prolongar nuestra condición y convertirla en trabajo
permanente.
La alborea por las casas, la procesión, la muestra en la plaza, San
Marcos, la salida de la Virgen, el camino a berciana, los turnos ,el
bocadillo, la misa , los sables, la muestra en berciana, vestirse, salir
en formación escuchar la música y clarines, el vino rancio, volverse
y mirar a la virgen, escoltarla, saludar, todo ello ha formado parte
durante unos días de nosotros, ni las palabras, ni siquiera los
recuerdos escritos pueden hacer revivir lo que hemos sentido en estos
días, gracias a Nuestra Virgen.
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